El salto de empleado a empresario

Obviamente, la gran mayoría de nuevos empresarios vienen del campo laboral; han sido empleados, pero en algún momento deciden dar el salto de empleados a empresarios. Pero, ¿a qué se debe que solo unos pocos den este salto de empleados a empresarios mientras que la mayoría no se arriesga a hacer esa transición? El empresario quiere ser su propio jefe. No le atrae depender de las decisiones, a veces arbitrarias, de su empleador, mientras que el empleado trabaja en una relación de dependencia para con una empresa.

Porque lo cierto es que muchos empleados también odian esa relación de dependencia; no es que les agrade cumplir horarios, tener jefes ni trabajar bajo presión, especialmente cuando el logro de sus metas laborales no siempre se ve reflejado en un aumento de sus ingresos. Sin embargo, el empleado tolera todo esto porque ha aceptado que ese es el precio que debe pagar por contar con la seguridad de un salario fijo.

“Unos de los mayores retos de los empresarios es superar sus propias limitaciones”

Los emprendedores que deciden dar el salto de empleados a empresarios, toman esta decisión motivadas por la idea de no tener un jefe, de gozar de la libertad de disponer de su tiempo, de decidir qué hacer y cuándo hacerlo. Pero una vez comienzan su negocio, poco a poco se dan cuenta que las cosas no siempre son así. Ahora, en lugar de tener que responderle a un solo jefe, cada uno de sus clientes, en cierto sentido, es su jefe. Si antes odiaban tener que regirse por un horario, como empresarios no tienen un horario fijo; con frecuencia deben iniciar sus labores más temprano y terminar más tarde que los demás o trabajar en las noches y durante los fines de semana.

Pero ¿por qué no habrían de hacerlo? Después de todo, es su negocio. Ya no están persiguiendo las metas de otros sino sus propias metas. Lo que debe importarles ahora no es cuál es la hora de salida sino el cumplimiento de los objetivos que se han propuesto. Así piensa el empresario exitoso. Él sabe que todo esto es parte del precio a pagar y no lo cuestiona porque entiende que está invirtiendo en su propio negocio, en su futuro. Ese sentido de pertenencia lo lleva a trabajar más de lo que trabajaría en un empleo pues ahora él es el jefe y debe tomar decisiones y asumir responsabilidades por los resultados obtenidos.

Cuando el empleado termina su jornada laboral se da el lujo de dejar en la oficina los problemas del trabajo. No se preocupa de si la empresa está generando suficientes ganancias o incrementando su participación en el mercado ya que tiene la certeza de contar con sus ingresos fijos al final de cada quincena. Tampoco se inquieta si las metas de ventas del mes no se lograron o la competencia se ha incrementado. Sabe que esas son preocupaciones de su jefe, no de él. Esta realidad marca una enorme diferencia entre la manera de pensar del empleado y la del empresario.

Lamentablemente no todo nuevo empresario logra cambiar su manera de pensar y este error casi siempre lo conduce al fracaso. Muchos creen que construir un negocio prospero y duradero es algo que van a lograr invirtiendo solo un poco de su tiempo y esfuerzo. Algunos llegan al colmo de cerrar su negocio durante largos periodos solo porque están cansados, es época de vacaciones o sencillamente están desmotivados.

“Da un primer paso, por pequeño que sea. Los pequeños pasos nos ponen en movimiento hacia acciones mayores”

Por su parte, el empresario exitoso comprende que es su deber generar sus ingresos y cumplir sus obligaciones dado que los beneficios de su esfuerzo y trabajo son para él, así que no pierde el tiempo cuestionándose si el precio que está pagando por el éxito de su empresa es demasiado alto, ya que sabe que los beneficios serán infinitamente mayores que si fuera un empleado asalariado.

No te resistas a dar el salto definitivo de empleado a empresario. Examina en qué áreas de tu negocio continúas exhibiendo una mentalidad de empleado y no has logrado realizar la transición a pensar como empresario. ¿Qué estás en capacidad de hacer ya mismo para corregir este comportamiento y cambiar tu manera de pensar?

“Lo más importante es dar un primer paso. El plan se irá perfeccionando en la medida en que camines”

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